Una creación teatral o texto dramático siempre parte de una idea que nos ronda en la cabeza. Antes de ponernos a escribir, deberíamos dilucidar algunas cuestiones que nos allanarán el terreno a la hora de iniciar nuestra creación.
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¿Qué nos mueve a escribir?
No es igual que algún director o directora nos haya encargado la elaboración de un texto dramático, que tengamos un número de actores de un grupo para el que queremos crear un texto para su representación, o simplemente, que tengamos una idea y que queramos plasmarla en formato teatral. Esta variable va a hacer que nos sintamos más libres o no en relación a la escritura del texto.
¿A quién va dirigida?
¿Queremos crear una obra de adultos u otra destinada a un público infantil, o para toda la familia? La duración, así como la temática a tratar e incluso la creación de los personajes se va a ver influenciada por el tipo de texto que queramos crear para según qué espectador.
Elige el formato de la obra
A priori debemos dilucidar cómo situar la idea de la que hemos partido sobre el texto dramático, es decir, en qué formato vamos a elaborar nuestra obra. No es lo mismo que queramos crear un texto de microteatro, que una obra completa. Aún así nuestra creación deberá tener los 3 elementos necesarios para la construcción de una historia: Planteamiento (Donde se presentan los personajes), Nudo (Donde la acción se va desarrollando) y Desenlace, o final de la historia.
Determina el tema de la obra
Antes de empezar a escribir es de vital importancia conocer cuál va a ser el tema de nuestra obra, es decir, si lo que queremos escribir es una comedia, un drama, una tragedia…y en relación a ese tono, cuáles son los temas que vamos a tratar, e incluso si queremos dar al espectador con nuestro texto algún tipo de mensaje, lección o moraleja.
Sitúa la obra en espacio y tiempo
El momento cronológico y la situación espacial de nuestra obra son asuntos de vital importancia que van a condicionar no sólo la escenografía, sino también los conflictos que se desarrollarán en escena y la propia creación de los personajes. Por ejemplo: No es lo mismo una declaración de amor realizada en una ambientación del siglo XV que en una del siglo XX.
Elige y crea los personajes
Los personajes son los elementos fundamentales sobre los que apoyaremos nuestra obra. Serán el armazón sobre el que descansará nuestra creación, ya que de sus conflictos va a partir el desarrollo de la acción. Debemos crear unos personajes verosímiles, cuyas acciones y lenguajes vayan en consonancia con su función dentro de la obra.
Con estos 6 pasos ya tienes la base sobre cómo escribir una obra de teatro. No te preocupes si no avanzas rápidamente, tómate tu tiempo y sigue estos pasos. En Scena Málaga disponemos de un curso online de escritura dramática, el cual te será de gran ayuda para mejorar tu escritura y ayudarte a escribir tu obra de teatro.
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