Cada vez más, durante las últimas décadas, el teatro y la danza se han aproximado cediendo sus espacios y confundiéndose en la creación. En el teatro oriental esta idea de fusión siempre ha estado presente, pero para el teatro occidental ha llegado a convertirse en una revolución.
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El teatro occidental y la danza
Muchos autores y teóricos, como el francés Antonin Artaud, achacaron en su momento al teatro occidental cierta pobreza de gestos y movimientos, precisamente por ello, por lo alejado que en un principio se situó este de la danza. En el teatro occidental el baile, en el mejor de los casos, aparecía en el espectáculo como escenas intercaladas en el texto, que el público asumía como escenas de “descanso” unidas a las obras de forma más o menos “artificial”.
La unión de teatro y danza
Ahora no se trata de introducir la danza en ese “paréntesis”, sino de ligarla con el lenguaje del espectáculo y la poética del texto. Detrás del inicio de esta modalidad, que llega a denominarse “Teatro-danza” se sitúan varios factores:
Características
Aunque algunos autores creen que la base de esta nueva concepción escénica se sitúa en los años 20 con la llegada del expresionismo, hay otros que lo achacan a la imitación y perfeccionamiento de la expresión corporal en aumento desde los años sesenta del pasado siglo.
La danza se auxiliará entonces de la decoración, técnicas y estructuras del teatro, pero sobre todo se centrará en el dominio de las facultades del actor o actriz, poniéndolos a prueba en sus posibilidades psíquicas y físicas.
Principales creadores del teatro danza
Muchos son los creadores de este nuevo arte, destacaremos aquí dos de las figuras más sobresalientes en el panorama mundial: el húngaro Josef Nadj y el japonés Saburo Teshigawara.
- Nadj intenta con sus imágenes negras, fantasmales, crear un impacto en el inconsciente, huyendo tanto de las corrientes expresionistas alemanas como del postmodernismo americano o del “buto” japonés.
- Teshigawara en cambio, explota sus propios recursos, fundados en un increíble dominio del cuerpo que parece desafiar las leyes del equilibrio y dota sus movimientos de plasticidad y suspense.
Pero sin duda la figura más reconocida es la bailarina, coreógrafa y directora alemana Pina Baush, máxima exponente de la danza contemporánea, y a la muchos sitúan con “madre”de la vanguardia de la danza y de la unión de esta al teatro como espectáculo único.
El teatro danza en España
En España, el estreno en 1972 de “Quejío” de la mano de Salvador Távora, supondrá un antes y un después dentro del espectáculo del Teatro Danza. En esta creación, la música, la palabra y la danza proyectaban, multiplicado, el mensaje de la obra, lo que probablemente no habría conseguido por sí sola la palabra y el cuerpo de los actores.
En la actualidad no existe festival de teatro que no incluya esta modalidad. Como vemos un nuevo género que apunta fuerte y viene para quedarse.
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