Sin duda la parte más emocionante y creativa de la escritura, un buen uso de este arma nos llevará a crear personajes verosímiles y llenos de vida que sean fácilmente llevados a la escena. Trabajaremos el personaje desde dos puntos de vista: la creación en sí (mediante una relación pormenorizada de sus características físicas, psicológicas y sociales) y su función dentro de la obra, mediante el uso del Modelo Actancial.